Lo primero es disculparme por no haber escrito estos últimos días, con la creación de mi nueva página, La Punzonpedia (Todavía en desarrollo) no he tenido tiempo. Ya que ha surgido el tema, les pido encarecidamente que se registren en la Punzonpedia y que contribuyan, para mejorarla en la medida de lo posible y hacerla una web en condiciones. Por cierto, anteayer me examiné de cinturón naranja de Aikido y aprobé con un muy buen examen (Eso me dijo el maestro). No tengo mucho tiempo para escribir, por lo que seré breve:

El diablo me perseguía con intenciones poco decorosas, tanto corrí delante suya que salimos del infierno, y tanto corrió detrás mía que llegamos al cielo y nos colamos, todo esto, sin enterarnos. En esto que aparecimos en una habitación todo blanca que relucía limpieza, y en ella vimos una figura encorvada que soltaba un zumbido tal que:

-Mmmmmmmmmmm...


De repente, la sombra se volvió hacia nosotros y pudimos observar un hombre añejo, con una barba kilométrica, cana e impía que arrastraba por el fulgurante suelo. Nos habló detenidamente:

-¿Por qué me molestáis mientras juego al Tute con mi sombra?- Dijo una voz profunda y gutural, que me recordó a los cuernos de guerra prehistóricos que tanto salían en las películas.

-Lo sentimos mucho excelentísima excelencia, no nos hemos dado cuenta- Repuse, educada y delicadamente. -No volverá a pasar

-¡Más os vale, o mi furia de rayos y gominolas recaerá sobre vosotros!- Gritó, resonando su eco en la sala durante largo rato. -Un momento.- Dijo de nuevo, señalando al demonio -Tú me suenas... eres... ¡Luzbel! ¡Traidor al cielo y a los arcángeles!. -No tuvo tiempo de añadir nada más, pues fugazmente Lucifer sacó de la manga un Kalashnikov con el que apuntó a Dios. Sigilosamente yo saqué un Bazooka del bolsillo y apunté con él al demonio a la cabeza. Que tensas se estaban poniendo las cosas...