Francamente no se por qué el cielo es cielo, ni por qué el hagua el hagua (Bueno si, porque si no, no sería hagua) y la verdad es que no me importa el misterio de las Bermudas y todo ese rollo. Pero puesto que mi nombre Wwtawriter112 no me lo pusieron en balde, procedo a demostrarles mis dotes escritutivas:

Paseaba yo por el camino ése, sí ése... ése mismo, cuando fugazmente un rayo cruzó el cielo y me deslumbró. Me había quedado ciego, cegato cual vendedor de cupones en un túnel sin luces, y fué la mala suerte la que hizo que me cayera por el único acantilado de la ciudad. Cuando mis retinas se recuperaron del impacto, pude observar como caía en picado hacia un suelo lleno de pinchos de acero qué nunca habían estado ahí (Mi vida empezaba a parecer una película de dibujos animados) Aunque, la verdad, morir no estaba entre mis planes. ¿O estaba en mi agenda y lo había pasado por alto? Pues no sé. Lo que sí se es como mis vísceras se esparcieron aleatoriamente por el suelo como cuando... unas vísceras se esparcen aleatoriamente por el suelo, por ejemplo. Había muerto. Uf, que mal rollo, era un fantasma. La primera opción que tenía era llamar a Hitchcock para hacer un filme macabro de esos que tanto le gustan (¡El gore al poder!). Mi segunda opción era ir al cielo, y dicha optativa hizo que me decantara a ir en dirección celestial. Subí al cielo, y tras una larga cola, que me salté a mamporros y empujones llegué por fin ante San Pedro. Me identifiqué, le enseñé el DNI, el pasaporte, la documentación, pasé un test de inteligencia y por fin me dijo lo que yo NO esperaba oír: Que tenía que ir al infierno. ¿Satán? Peor era mi mujer, y la soportaba.

Sea quién sea quién vea esto, si le ha gustado... No desespere, volveré con más y pronto. Hasta eso, puede contactarme en la Frikipedia como Wwtawriter112